Por Carlos Marín Moreno
Probablemente la provincia de Córdoba sea la más afectada por la falta de humedad en los trigos sembrados, pero también se registran problemas en Santa Fe y en La Pampa. "Los productores revisan los potreros y se quejan de los bajos rindes que vislumbran en sus cultivos en el ciclo 2010/11", adelantó un asesor que trabaja en el sur de Santa Fe. "Después de cinco meses prácticamente sin lluvias, hace 15 días cayeron 50 milímetros, pero llegaron tarde para los potreros sembrados en fecha. Recompusieron un poco el estado general de los cultivos, pero las plantas quedaron muy poco macolladas y producirán alrededor de 300 espigas por metro cuadrado, muy lejos de las 500 deseables para alcanzar rindes históricos", agregó.
"Hacían falta 150 milímetros en agosto y no los tuvimos; por eso, los cultivos entran ralos a la etapa de encañazón y prometen media cosecha, no más de 20-25 quintales por hectárea en los mejores lotes", completa el técnico. Un panorama similar se observa en Laboulaye, General Levalle, Vicuña Mackenna, y en gran parte de la provincia de La Pampa, según el titular de una semillería que observa el futuro con temor.
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La perspectiva de bajos rindes no tiene muchas posibilidades de reversión con fertilizantes porque ya pasó el momento de aplicación y porque no hay humedad suficiente para asegurar una respuesta rentable. La única ventaja de la situación de escasez de humedad es el excelente comportamiento sanitario de las variedades: prácticamente no hubo que realizar tratamientos contra enfermedades fúngicas de hoja.
Con un segundo semestre en el que se afianza La Niña, los productores están muy cautelosos con la siembra de granos gruesos, porque temen que el trigo sea el primer eslabón de una cadena de fracasos agrícolas por motivos climáticos.
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En otras zonas costeras, donde llovió más, los ganaderos enfrentan casos de empaste muy violentos en pasturas con leguminosas. El rebrote primaveral de la alfalfa está peligrosísimo y es muy frecuente la aparición de animales hinchados en cuanto empiezan el pastoreo matutino. No hay una solución única para revertir este problema: "Se debe combinar el uso de carminativos en el agua de bebida; marchitado de las pasturas con 24DB o Paraquat; suplementación con silo, y una permanente vigilancia entre otras herramientas", propone un asesor de Capitán Sarmiento. 
